El sombrero es un elemento instrumental, muy preciso para la briega en el campo, pero que en los días más señalados de la Fiesta, sobre todo en Navidades, se adorna de tal manera que se convierte en el atuendo principal de fiestero. Y ya no cubre sólo su cabeza sino su corazón y su cabeza, y vuelve locos a los fiesteros, o por mejor decir con el lenguaje de Málaga, los convierte en “tontos”. Hacer esta modalidad de sombrero del que hablan los documentos históricos cuatro siglos atrás, es entrar ya en los umbrales del ritual fiestero con pasos medidos para revestirlo y forrarlo de alambre, de tela, de flores, de espejos, de lazos y otros detalles. La verdad es que es una tarea sorprendente.
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