En todas las épocas ha habido gente especializada en construir instrumentos musicales. Al constructor de instrumentos de cuerda se le llama luthier, una palabra alemana que viene de lute = laúd.
A partir del siglo XVI en la ciudad de Cremona (Italia) destacan tres familias dedicadas a la construcción de instrumentos de cuerda: Amati, Guarneri y Stradivarius.
Los instrumentos que aún se conservan fabricados por estas familias son los más apreciados del mundo. Alcanzan en la actualidad un valor incalculable y se conservan en museos y colecciones particulares.
Si alguno se pone a la venta, no podrás conseguirlo por menos de dos millones de euros y ¡ten cuidado! Hay muchas falsificaciones por ahí.
Son muy valorados por su perfección, su maravilloso sonido, y la técnica de construcción que no ha sido igualada.
En el Palacio Real de Madrid hay una colección de violines, violas y violonchelos construidos por Antonio Stradivarius que una vez al año son utilizados en un concierto con los mejores intérpretes del momento.
Científicos y constructores de instrumentos han intentado averiguar el secreto de su sonido. Todavía está sin determinar. Unos creen que es la calidad y tratamiento de las maderas, otros lo atribuyen a la calidad de los barnices utilizados, pero lo cierto es que nadie ha conseguido igualar la perfección de los instrumentos que fabricaban estas tres familias.
Aqí os dejo un pequeño vídeo de cómo se construye un violín
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